Texto de opinión. Andrea González – Directora General de Nuestro Flow.
Las sociedades, así como los mercados son elementos vivos que cambian y se van transformando. Podemos decir que las dinámicas sociales de hoy no son las mismas de hace una década, incluso de hace un par de años. Sin embargo, hay cosas que perdurar y es la creatividad humana unida a las metodologías que permiten analizar las tendencias y megatendencias para crear negocios que respondan a ellas.
Teniendo en cuenta la matriz de Igor Ansoff, conocido como el padre de la administración estratégica, se entiende por megatendecias a “las fuerzas de cambio de tipo social, demográfico o tecnológico capaces de transforma el mundo y nuestro modo de vida”, es por esto que teniendo en cuenta el momento social que estamos viviendo, en este artículo me permito hablar de dos megatendencias que al unirse pueden dar respuesta a varias demandas del mercado así como a la solución de problemática sociales.
Por un lado, hablemos del hecho de emprender y cómo esto se ha vuelto una megatendencia en el mundo entero. Si bien, no todas las personas están destinadas o tienen las habilidades para emprender, las dinámicas sociales y económicas cambiantes han hecho que el emprendimiento sea una opción de vida para muchas personas, además de ser una posibilidad que se ajusta a un nuevo ideal de trabajo distinto. En mi caso, por ejemplo, hace 8 año tomé la decisión de emprender impulsada por mi hermana, viendo la necesidad de resolver una problemática social unida a la falta de un empleo que realmente me hiciera feliz. Sin embargo, en el inicio no sabía nada sobre lo que significaba emprender, ni cuales eran las mejores habilidades que debía desarrollar, ni cuál el mejor camino que debía tomar para consolidar esa idea, que para mí, era ganadora.
El mundo del emprendimiento está lleno de buenas ideas, de ideas posibles y de sueños maravillosos. Mientras escalas o te mantienes a flote son más las tendencias del emprendimiento que van surgiendo y las que te van diciendo por dónde ir o deberías ir, para responder a las demandas del mercado. En este momento, por ejemplo, se habla de emprendimientos con base tecnológica, o emprendimientos sostenibles, o emprendimientos liderados por mujeres, y así varias corrientes van surgiendo enfocadas a los cambios y las demandas de una sociedad que se está transformando de manera acelerada.n
Por otro lado, hablar de diversidad, equidad e inclusión en el mundo y en el mundo empresarial cada día toma más fuerza y por ende más sentido. Ahora este tema no sólo hace parte de las áreas de responsabilidad social, sino que se está promoviendo desde el interior de las organizaciones. Grandes empresas mundiales han apostado por este enfoque en su modelo de negocio, han escuchado las señales del mercado, y han demostrado que involucrar el enfoque DEI es rentable y que los beneficios que le traen a las empresas son realmente inimaginables.n
Empresas como Pfizer, Johnson & Johnson y Movistar se han destacado por aportar a cerrar las brechas de desigualdad laboral incluyendo y fortalecimiento el ingreso de mujeres, de mujeres en puestos de liderazgo, además de contar con políticas enfocadas a la comunidad LGBTIQ+, personas étnicas y de distintas culturas. Para las empresas con visión de negocio la diversidad, la equidad y la inclusión son herramientas para hacer crecer sus negocios al mismo tiempo que responden a las dinámicas de una sociedad que es cambiante y debe ser escuchada. Esto comprueba que las empresas que no están dispuestas a los cambios pueden estar en peligro de desaparecer.
Así como el emprendimiento es una megatendencia, involucrar el enfoque DEI en las empresas también lo está siendo, y cada una responde a señales que el sistema va alertando. Es por esto que, hablar de emprendimiento en este siglo XXI sin hablar de habilidades para incorporar el enfoque DEI desde el mismo inicio del diseño del modelo de negocio, no solo puede parecer desconectado de la realidad, sino que también esas nuevas ideas se pueden estar perdiendo de muchos beneficios que se verán reflejados en el corto, mediano y por su puesto en el largo plazo.
Son muchos los mitos que sobre el emprendimiento y sobre el enfoque DEI se desprenden y son esos mitos los que posiblemente no permitan ver la oportunidad que se está perdiendo al no unir estas dos megatendencias. Por un lado, es posible que al emprender se tenga la presión de tener que convertirse en un famoso unicornio, lo que quiere decir, tener la idea más innovadora del planeta, esa que se cree nadie a tenido y por ende el fin último es lograr conseguir gran inversión y así alcanzará la gloria plena y el reconocimiento anhelado. Sin embargo, cuando emprendemos no nos dicen que ser unicornios no es la dicha completa, que cuesta mucho y que por lo general se debe pasar por encima del bien colectivo para lograr ese crecimiento exponencial.
Tampoco nos cuentan sobre los modelos Cebra, esos modelos de emprendimiento más reales, los que buscan modelos de negocio sostenibles en el tiempo y el trabajo cooperativo, además de aportar al bienestar social. Pero mucho menos nos han dicho que, si queremos ideas innovadoras, distintas y rentables que respondan a los reales retos de esta sociedad cambiante, la mejor manera de conseguirlas es uniéndonos y colaborando con personas con experiencias de vida distintas a las nuestras, pues de esta manera, las posibilidades de tener nuevas, creativas y diferentes ideas se expande, logrando construir un tejido social que busca el bienestar económico sin olvidarse del bienestar social.
Así mismo, en el ámbito laboral se piensa que incorporar el enfoque DEI se debe de hacer cuando nuestro modelo de negocio ya esté establecido y sea sostenible, pues estos enfoques requieren de recursos económicos y humanos que solo empresas consolidadas pueden tener. Esto es falso y no solo su creencia afecta las posibilidades de crear modelos de negocios más innovadores y realmente sostenibles, sino que también la pequeñas y medianas empresas se están perdiendo la oportunidad de contar con ideas creativas y disruptivas que permitan tener mayores posibilidades de crecimiento y por ende de sostenibilidad desde una etapa temprana. Que se deba invertir recursos económicos y humanos no es un mito, sí, se debe invertir, así como se debe invertir en publicidad o en tantos otros aspectos que nos han promovido para hacer escalar nuestros negocios.n
Por lo anterior, mi llamado desde la experiencia en la construcción de Nuestro Flow, una empresa social que desde hace 8 años ha trabajado por promover la diversidad, la equidad y la inclusión cuando aún no era tendencia sino solo un compromiso social, unido a la lectura de las tendencias de una sociedad que está experimentando cambios acelerados en la construcción de relaciones sociales, es a que, incorporar el enfoque DEI desde el inicio de la creación de un emprendimiento es abrir múltiples oportunidades en toda la cadena de valor para lograr consolidar ideas innovadoras y crecer de manera responsable con la sociedad en que se habita.
El mundo está cambiando y cada día esos cambios son más acelerados, la inteligencia artificial, las consecuencias del cambio climático, las nuevas configuraciones familiares, las distintas expresiones de identidad, entre otros cambios que son tendencia y los cuales posiblemente se convertirán en megatendencias, hacen que las empresas exitosas sean esas que estén abiertas a escuchar e incorporar estos cambios en sus modelos de negocios de una manera empática y responsable, por eso, los emprendimientos que en etapa temprana involucren el enfoque DEI es posible que tengan una ventaja competitiva al largo plazo, pues adquirirán habilidades que les permitan adaptarse rápidamente a cualquier reto social.